La pantalla de los clásicos: julio 2016

miércoles, 27 de julio de 2016

"Cracks", ninfas y pasiones ocultas en un internado inglés

Título original: Cracks. Año: 2009. Duración: 104 min. País: Reino Unido e Irlanda. Director: Jordan Scott. Guión: Ben Court, Caroline Ip. Música: Javier Navarrete. Fotografía: John Mathieson. Interpretes: Eva Green (Miss G), María Valverde (Fiamma Coronna), Juno Temple (Di Radfield), Sinéad Cusack (Miss Nieven), Imogen Poots (Poppy), Ellie Nunn (Lily), Adele McCann Laurel), Zoe Carroll (Rosie), Clemmie Dugdale (Fuzzy), Deirdre Donnelly (Miss Lacey). Montaje: Valerio Bonelli. Coproducción: Irlanda-GB; Scott Free / IFC Films. Género: Drama. Colegios  Adolescencia. Años 30.

Opera prima de la hija de Ridley Scott, Jordan Scott,    esta producción independiente del año 2009, es bastante desconocida para el gran público español, pues hasta donde yo sé,  creo que no se estrenó en las pantallas españolas. La descubrí hace poco  y me pareció un feliz hallazgo:  una cinta que transmite más cosas de las que aparenta y que merecería haber tenido una mayor difusión. La historia  se desarrolla en un internado ingles para señoritas, donde un grupo de chicas viven aparentemente felices disfrutando de las historias, excursiones y saltos desde el trampolín que les regala una joven y atractiva profesora, Miss G, interpretada por una maravillosa Eva Green, más  sensual que nunca. Todo cambiará con la llegada de una nueva joven, Fiamma interpretada por la actriz española Maria Valverde, que ha vivido en varios lugares y ha tenido experiencias diferentes   a las otras chicas, despertando el interés de Miss G y más tarde una enfermiza obsesión que derivará al final en tragedia.

Creo no equivocarme si digo que esta película no es para todos lo públicos. Es una película de ritmo pausado,   estéticamente bella, con  una sensacional fotografía, una puesta en escena muy cuidada (paisajes idílicos, vestuario acorde, bellos decorados, etc.) y unas hermosas melodías compuestas por Javier Navarrete. Es una película que más que mostrar sugiere, insinúa. La película  habla, al fin y al cabo  del fin de la inocencia y del despertar sexual de unas chicas en un internado ingles, con el trasfondo de la segunda guerra mundial. Es una película, en cierto sentido, de iniciación; el  descubrimiento de la  propia identidad y sexualidad de unas adolescentes tras los recios muros del internado.  Este, por cierto, está retratado con bastante fidelidad, con sus rígidos profesores, su amplio comedor y salón de actos, sus jardines, etc. El internado es para ellas una especie de burbuja protectora, un mundo plácido en el que la monotonía se rompe  tan solo los días que salen   al lago a nadar, desnudas. La  cinta es un canto a la belleza femenina en la que Miss G es el epítome de dicha belleza.


Y digo que la película es una cinta de iniciación donde Miss G es la maestra de ceremonias. Miss G fomenta en sus alumnas el cultivo del deporte y la belleza y ellas se miran en el espejo de su distinguida y enigmática  profesora,   a lo que contribuye la magnética belleza de Eva Green, con  su mirada profunda y misteriosa. Con su sola mirada dice mucho más, transmite más emociones que otras actrices con muchas líneas de dialogo. Probablemente el de Eva sea uno de los rostros más bellos  y expresivos del panorama cinematográfico actual. En esta película Eva Green brilla con todo su esplendor y realiza una de sus mejores interpretaciones. A lo largo de la cinta asistimos a un complejo drama en el que se combinan relaciones de poder, admiración y deseo entre mujeres. No hay más que ver las miradas fascinadas de sus alumnas que miran hacia arriba, hacia una Miss G, adulta, segura, elegante, sensual, cúlmen y meta de ese ideal femenino, inalcanzable todavía para ellas. 

Ese mundo tranquilo y plácido, donde se tejen esas relaciones de poder o liderazgo, admiración y deseo se ve alterado por la llegada de la joven Fiamma que logrará captar la atención de Miss G. Miss G descubre en ella cierta fragilidad, unida a una mayor madurez  y  belleza. A partir de un momento determinado Fiamma se interpone, de algún modo, entre Miss G y sus alumnas, al atraer la atención casi en exclusiva de la profesora. La envidia, los celos entre las chicas y el rechazo que recibe Miss G, por parte de Fiamma a sus requerimientos carnales se convierten en el detonante del trágico final. En la película se puede observar el  contraste entre una moral conservadora, la moral de la época y el amor prohibido subyacente que late bajo las relaciones entre profesoras y alumnas, y en última instancia en el triangulo femenino  protagonista. Existe, a lo largo de todo el metraje, una fina línea que no se traspasa nunca entre el deseo sexual y su consumación. Y es que como he dicho anteriormente la película insinúa más que muestra. Disimuladas bajo el amor a la belleza y el deporte (la natación) está la amistad de las féminas tras la cual  se oculta a veces el deseo sexual.  La llegada  de un elemento extraño, como la joven  Fiamma,  hará saltar por los aires esa relación de admiración y deseo entre Miss G y sus alumnas, y especialmente de la joven Di (Juno Temple). 

Probablemente el título de la película, Cracks,  haga referencia a eso que se rompe al final y es que el final es triste, doloroso, trágico. Miss G provoca la muerte de Fiamma. El rechazo de la muchacha destapó el lado oscuro, el verdadero rostro  de la idolatrada  Miss G.  La idolatrada Miss G cae de su pedestal ante los ojos de sus alumnas y especialmente de Di. En resumen, la película me ha gustado. Es una película  con cierta magia, esteticista,  en la que destacan  el ambiente, la fotografía, la música, pero sobre todo las magníficas interpretaciones del plantel protagonista que nos dejan entrever las miserias, las bajas pasiones, la cara oculta del alma humana.

miércoles, 13 de julio de 2016

"Yo antes de tí", una triste historia romántica

Título: Yo antes de ti. Título original: Me before you. Director: Thea Sharrock. País: USA. Año: 2016. Duración: 110 min. Género: Drama, romance. Reparto: Emilia Clarke (Louisa Clark), Sam Claflin (William Traynor), Jenna Coleman, Charles Dance, Matthew Lewis. Guion: Jojo Moyes, Scott Neustadter y Michael H. Weber; basado en la novela de Jojo Moyes. Estreno en España: 1 Julio 2016.


Hace unos días que vi esta película protagonizada por Emilia Clarke, la Danareys Targareyn de "Juego de Tronos". Tenía curiosidad por ver a Emilia en otro tipo de registros diferente al de la épica serie. Y descubrí que acababa de estrenar una cinta romántica a más no poder. Sin demasiada información me lancé a verla. No suelo leer a los críticos, -desde luego nunca antes de ver una película, porque en la mayoría de los casos discrepo bastante de ellos y no quiero que me condicionen lo más mínimo aunque a veces lo hago después para comprobar si realmente hemos visto la misma película y reirme de las estupideces que algunos de ellos vierten en periódicos, revistas y otros soportales digitales-. Bueno, pues a pesar de sus imperfecciones que las tiene y que señalaré después, la película me gustó, incluso, en algunos momentos me emocionó. Louisa Clark es una joven de 26 años que vive en un pueblo de la campiña inglesa. Trabaja de camarera en un bar y resulta ser un útil sostén de la frágil economía familiar, su padre se encuentra en paro y su hermana se quiere ir a estudiar a Londres. Es de naturaleza jovial, optimista, alegre. Es, además, espontánea, cándida, sencilla, sensible. Tras quedarse sin trabajo lo encuentra cuidando a Will Trainor, un joven y rico banquero que se quedó tetrapléjico, tras un accidente de tráfico.

Will se ha convertido, tras el accidente, en un hombre amargado, triste, huraño que al parecer ha tomado una trágica decisión en su vida, aunque eso lo sabremos más tarde. Su vida así no merece ser vivida. Si embargo la aparición de Lou supone una bocanada de aire fresco en su existencia, un motivo para, aparentemente, seguir viviendo. Superados los primeros recelos y desconfianzas se hacen primero amigos y más tarde se enamoran. El le ayuda a crecer, a madurar, a expandir sus horizontes. Ella le dará auténticos momentos de felicidad, el único motivo dice él en un momento dado,  para seguir levantándose cada mañana. Ella sufre un golpe moral enorme cuando descubre el deseo de su amado: poner fin a su existencia, pues para él   no es vida vivir de esa manera. Ella que ha entregado su alma por completo a la otra persona no entiende esa decisión, que él  no desea estar más con ella, pues todo sabemos que el amor es pura entrega.  Pese  a todo, al final Lou aceptará sus deseos, y Will morirá con un beso de su amada en los labios, sabiendo, sintiendo que ella ha sido lo mejor, lo más bonito que le ha pasado en esos últimos y dolorosos años.

Hace unos meses vi otra película "Bajo la misma estrella" que tengo pendiente de comentar en este blog. Las dos tratan sobre la enfermedad y el amor, y en estos casos siempre existe el riesgo de caer en lo lacrimógeno. Pues bien nuestra película podía haber caído fácilmente en ello si no hubiese sido por sus actores protagonistas, un contenido Sam Clafin al que vimos en "Los juegos del Hambre" y una camaleónica Emilia Clarke que es perfectamente capaz de transmitir esa ingenuidad desarmante que derrocha el personaje, acompañados por unos secundarios de primera, con Charles Dance, el odioso Twiyn Lanister de "Juego de Tronos". Y es que esta serie es una verdadera cantera de actores para el cine y la televisión. 

La película no está, no obstante, exenta de algunos fallos o imperfecciones que sin lastrarla por completo, la hacen menos creíble de lo que quisiéramos. Por ejemplo, no sabemos si es fallo del guión, la puesta en escena o la interpretación, pero no se nos transmite adecuadamente ese dolor insoportable  físico o existencial, tan necesario para entender los deseos de morir de nuestro joven protagonista, transmisión que si hemos visto en otras cintas similares como la citada anteriormente. Hay algo muy importante en cualquier buena película que se precie y es la capacidad de identificarnos con el personaje o de que este genere cierta empatía. Pues aquí ni lo uno ni lo otro. Es difícil empatizar con un personaje como Will Traynor. De ahí que al final tampoco lleguemos a comprender ni aceptar la razón de Will de morir, pese al generoso amor de Lou.

La película al margen de su critica cinematográfica ha generado cierta polémica sobre la legitimidad o no de la eutanasia o del suicidio asistido. No voy a entrar en esa polémica, allá cada uno con sus creencias, pero  es un terreno un tanto resbaladizo entrar a valorar con objetividad  sobre el deseo o no de vivir, la presunta calidad de vida y  el derecho a vivir de nosotros mismos o de los demás. Muchos miles de personas que viven y desean vivir, a pesar de las adversidades, nos enseñan que, casi siempre, merece la pena elegir vivir.